Tras los duros despachos de una Comisión Investigadora especialmente formada para analizar su casa, el conejal del Frente Renovador fue destituido de su cargo por agredir a dos colegas de otra bancada durante una Asamblea de Mayores Contribuyentes y amenazar e intimidar a la abuela de una nena fallecida en el distrito, luego de desplomarse un árbol sobre ella en un parque público y dependiente de la Municipalidad, un caso que sacudió a toda la opinión pública en 2014.
La concejala del FpV, Soledad Espina, comentó su parecer luego de la jornada y reveló que el edil tratará de apelar esta decisión ante la Justicia, aunque destacó que, por lo menos, hay una condena política hacia el dirigente.
"En Bahía Blanca es el primer caso de un concejal destituido, sí un Intendente, pero nunca un concejal. Decisión triste porque, primero, juzgar a un par no es nada agradable, no es algo que vos puedas festejar. Pero el trabajo de la Comisión Investigadora, las conclusiones a las que llega, cada uno de los hechos investigados, se califican como graves o extremadamente graves, por lo tanto no dejó lugar a otra sanción como una multa", arrancó.
"Los hechos eran probados y muy violentos, y no cabía lugar para otra sanción", continuó, en diálogo con Buenos Aires 2punto0 Formato Radio.
"No fue un hecho ni fueron dos hechos. Hay dos hechos probados, el resto es la palabra de uno en contra de la del otro, uno no puede dudar que no sean verdades después de haber visto algunas situaciones. Y uno de los hechos más importantes, y por el que se generó la Comisión Investigadora, fue el ataque a dos concejales de otro espacio político: a uno un cabezazo y a otro una patada, sin haber mediado conflicto. Estábamos en la Asamblea de Mayores Contribuyentes y uno de los concejales estaba sacando la silla que se había puesto al lado de su banca, y cuando la estaba sacando, el concejal destituido manifestó que le iban a tirar la silla. Pero sólo estaba sacando la silla. Y lo que manifiestan los testigos es que el concejal se le acerca y le propina un cabezazo. Y cuando un concejal de la misma banca sale a cuestionar lo que había pasado, le pegó una patada", profundizó.
"El otro caso que se caratulaba como grave fue el de la abuela de una nena fallecida en Bahía Blanca. Fueron sesiones de mucho dolor, la familia insultaba y agredía. La abuela le propina un cachetazo al concejal y el concejal, en vez de serenarla, la zamarrea de un lado a otro. Yo creo, soy incapaz de juzgar o decir qué haría yo en una situación así, por lo tanto pedirle equilibrio a una familia es imposible. Nosotros en el rol que tenemos, en la investidura que tenemos, tenemos que contar hasta 10 y hasta 1.000. Uno se enoja, pero no agrede. Cuando tiene este rol, tiene que cuidarlo mucho. Uno puede entender un acto, pero fueron muchos", manifestó.
"Fueron un sinnúmero de hechos y nadie tenía una cuestión personal, era imposible que nos pusiéramos de acuerdo", siguió.
"Desde su bloque se lo justificaba diciendo que tenía un temperamento, que era calentón. Pero hay personas que son muy calentonas, que les hierve la sangre por las venas, y no se los ha visto en situaciones agresivas. No tiene que ver con esto. Acá no se está juzgando a la persona, se está juzgando su comportamiento", aclaró Soledad.
"Políticamente y administrativamente, en cuanto a los procedimientos del Concejo, ya está destituido. Él se ha presentado a la Justicia y tengo entendido que hay toda una instancia judicial a la que él va a apelar con un sinfín de argumentos y de formas. Hay argumentos de forma que seguramente aplicarán ante la Justicia, pero creo que la condena social y política ya está establecida", concluyó.
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